![]() ![]() Sin embargo, la curación del trauma casi siempre requiere la ayuda de terapeutas o consejeros cualificados. Los científicos creen que los efectos del trauma pueden resolverse y que el cerebro puede recablearse con éxito. Se hace difícil controlar y gestionar las emociones. Sin embargo, los problemas surgen cuando el cerebro se inunda de hormonas del estrés y una persona traumatizada pierde la capacidad de determinar cuándo los peligros son reales. A diferencia de la amígdala, esta zona está asociada al pensamiento razonable y racional. Se trata de una zona sofisticada que nos ayuda a gestionar nuestras emociones, evaluar el peligro, controlar los impulsos y considerar la mejor respuesta. La corteza prefrontal medial es la parte frontal y más externa del cerebro. Sin embargo, al igual que el hipocampo, esta alteración del tamaño puede revertirse. Como resultado, la víctima del trauma se encuentra en constante alerta máxima.Įl trauma puede provocar, de hecho, el agrandamiento de la amígdala. Si la amígdala libera cantidades excesivas de hormonas del estrés, provoca niveles más altos de estrés que resultan en la liberación de aún más hormonas. Los investigadores creen que el trauma hace que la amígdala se vuelva hiperactiva, lo que puede hacer que las víctimas experimenten un tremendo estrés cuando se enfrentan a estímulos que les recuerdan el trauma, incluso cuando el estímulo no está directamente asociado con el evento. La amígdala está asociada a la supervivencia humana y ayuda a mantenernos a salvo al provocar la liberación de hormonas del estrés que provocan una respuesta de lucha o huida, ayudándonos así a evitar el peligro. Se ocupa de las emociones en bruto y no tiene absolutamente nada que ver con la cognición o el razonamiento. La amígdala, a menudo conocida como el "centro del miedo" del cerebro, es una masa del tamaño de una almendra situada en lo más profundo del cerebro. Sin embargo, este daño en el hipocampo no es necesariamente permanente. Esto explica por qué una escena de una película puede desencadenar severos flashbacks para una víctima de un trauma.Įl exceso de hormonas del estrés liberadas en el cerebro puede hacer que el hipocampo esté subdesarrollado o encogido. Incluso los viejos recuerdos se sienten como nuevos y, como resultado, el cerebro permanece en alerta máxima y la víctima ve el peligro a la vuelta de cada esquina. Las personas traumatizadas pierden la capacidad de distinguir los recuerdos antiguos de los acontecimientos actuales, por lo que los fragmentos de recuerdos se quedan atascados en el hipocampo en lugar de distribuirse a otras áreas. Nos ayuda a clasificar los recuerdos nuevos y viejos, y luego a determinar en qué parte del cerebro deben almacenarse esos recuerdos para poder recuperarlos, si es necesario.ĭesgraciadamente, los traumas interfieren en el proceso. Los investigadores han determinado que, si bien el trauma cambia la estructura y la función del cerebro de numerosas maneras, hay tres áreas importantes que se ven significativamente afectadas: el hipocampo, la amígdala y el córtex prefrontal medial.Įl hipocampo es la región del cerebro responsable de los recuerdos. Según Dialogues in Clinical Neuroscience, el trauma afecta al menos al ocho por ciento de los estadounidenses en algún momento de su vida.Īunque a menudo pensamos que el trauma o El TEPT se asocia con el combate, las experiencias que inducen al trauma pueden incluir cualquier acontecimiento altamente perturbador como un accidente de coche, un desastre natural, el acoso escolar, la ruptura de una relación, la muerte de un ser querido, una enfermedad grave, el abuso sexual o la violencia doméstica. Para algunas personas, el trauma puede durar unas pocas semanas o meses, pero para otras, los síntomas pueden durar toda la vida y pueden estar asociados a sentimientos de impotencia, aislamiento, depresión, trastornos de la personalidad y adicción. Las víctimas del trauma también pueden experimentar culpa, vergüenza, nerviosismo, agotamiento y sentimientos de entumecimiento o desconexión con los demás.Įl trauma no es algo que se pueda "superar" sin más. Incluso el más mínimo recuerdo del suceso puede dar lugar a una aterradora revivencia de la experiencia traumática. Las víctimas de los traumas pueden experimentar recuerdos, pesadillas, alteraciones del sueño y problemas de memoria y concentración. El trauma puede crear graves cicatrices psicológicas que impiden a la víctima disfrutar de una vida plena y feliz.
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